viernes, 23 de diciembre de 2016

Por la "tierra de conejos"

Un damán, lo más parecido a un conejo que conocían los fenicios
Muchos recordaréis del colegio la explicación de por qué el nombre histórico de la Península Ibérica fue Hispania (para los romanos, que para los griegos siempre fue Iberia). Se nos decía que significaba "tierra de conejos" y que le había sido dado por la gran cantidad de estos pequeños mamíferos que habitaban estas tierras. Parece que, en realidad, hay dos hipótesis sobre su etimología: una la deriva de la palabra fenicia ispanim (isla de damanes, unos pequeños ungulados muy abundantes en África y Oriente Medio, de alguna forma parecidos a los conejos, que los fenicios no conocían), y la otra, de un personaje mítico, llamado Hispan, nieto de Hércules, que devino en dios y era venerado, entre otros sitios, en las colonias fenicias de la zona de Gades (actual Cádiz). De nombrar al dios pasó a la comarca y de ahí a toda la península. ¡Quién sabe!

El caso es que en el siglo XXI a.C., que es cuando se sitúa nuestro viaje por estas tierras, no hay hispanos, ni íberos (hay mucho debate sobre si vinieron de otras zonas del Mediterráneo o eran autóctonos), ni celtas (llegaron 11 siglos después), ni, por supuesto, celtíberos. Como no hay evidencias escritas de aquella época, no sabemos cómo se llamaban a sí mismos estos primeros pueblos o cómo llamaban a las tribus coetáneas.

viernes, 16 de diciembre de 2016

Khoisan, los "hombres del bosque"

Guerrero khoisan en la actual Namibia
Cuando en el año 1652 d.C. los primeros colonos holandeses decidieron establecer una base permanente cerca del Cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África (descubierto 60 años antes por los portugueses Bartolomé Dias y Vasco de Gama), se dio un "descubrimiento" similar al que tuvo lugar en 1492 en las playas de Guanahaní entre la expedición de Cristóbal Colón y los indios taínos. Porque los indígenas de las tribus khoisan (unión de 2 linajes tradicionales, los khoi y los san), a los que los holandeses llamaron bosquimanos (del afrikáans boschsejmans = hombres del bosque), con su 1,50m promedio de estatura, se pueden considerar descendientes directos de los primeros Sapiens que ocuparon esas tierras. O sea, que 50.000 años después, dos ramas evolucionadas del humano primigenio se volvían a encontrar (y, para celebrarlo, qué mejor que dedicarse a guerrear unos contra otros durante varios siglos).

¡Qué poco se sabe de la Prehistoria africana! Hasta el punto de que, con cada descubrimiento moderno de la paleontología y de la arqueología, se tambalean las premisas anteriores y aparecen nuevas hipótesis que tratan de dar respuesta a un puzzle muy incompleto. Como, por ejemplo, los hallazgos efectuados en la Cueva de la Frontera (Border Cave) situada entre Suazilandia y la provincia sudafricana de Zululandia, cerca del río Ingwavuma. En esta cueva se ha constatado presencia homínida continuada durante ¡200.000 años!. En el año 2012 se descubrieron un conjunto de restos de herramientas, con una antigüedad de unos 42.000 años, casi idénticas a las que continúan usando los modernos pueblos san. 

miércoles, 7 de diciembre de 2016

La dinastía Xia

Yu el Grande (Dà Yǔ)
En 1996 el profesor Li Xueqin, de la Universidad de Tsinghua, recibió el mandato del gobierno chino de establecer una cronología fidedigna de las distintas dinastías chinas, en especial de las más remotas, tratando de compaginar los recientes hallazgos arqueológicos con las milenarias tradiciones literarias. El proyecto se llamó Xia-Shang-Zhou Chronology Project (tomando el nombre de las tres dinastías más antiguas), reunió a más de 200 expertos y presentó sus primeros resultados en el año 2000. Aunque no libre de polémica por parte de otros investigadores, el caso es que las autoridades chinas lo dieron por bueno y esta cronología es la que, desde entonces, se considera la "oficial" en China.

Pues bien, según esta cronología, la dinastía Xia reinó en el período 2070-1600 a.C. , por lo que es la que nos encontraríamos en nuestro viaje imaginario al siglo XXI, a.C. Y, en concreto, a su primer rey Yu el Grande (大禹, pinyinDà Yǔ). Para ubicar el "reino", digamos que se extendía sobre la actual provincia de Henan, con un poco del oeste de la de Shandong y otro poco del sur de la de Hebei. El asentamiento de Erlitou, que se piensa pudo ser su capital en la etapa final de la dinastía, se encuentra a 800 Kms. al sudoeste de Beijing.

Yu se ganó el puesto por su éxito en solucionar el problema de las inundaciones periódicas del Río Amarillo (Huáng Hé). Al contrario que en Egipto y su Nilo, aquí la crecida del río no era sinónimo de riqueza y abundancia, sino de muerte y devastación, ya que frente al lento y sinuoso fluir del Nilo, los ríos de China se vuelven torrenteras enormes fuera de control (de hecho, las inundaciones del río Amarillo de los años 1332-1333 d.C. ostentan el récord histórico de devastación: se estima que murieron 7 millones de personas). 

viernes, 2 de diciembre de 2016

El valle del Supe

Situación del Proyecto Arqueológico Norte Chico (Perú)
Manteniendo el marco temporal (siglo XXI a.C.) damos en esta entrada un salto en el espacio, hasta América del Sur, y más concretamente a la costa del Pacífico, en la zona comprendida entre la línea ecuatorial y los 20º de latitud Sur, hoy territorio de la República del Perú. Porque allí, en el tiempo que nos ocupa, se estaba dando el esplendor de una civilización muy interesante, la conocida como Caral-Supe, combinación del nombre de la ciudad más representativa y del río en cuyo valle se llevó a cabo su desarrollo.

Resulta llamativo y fascinante que grupos de Homo Sapiens cuyo punto común en la evolución se bifurcó en las estepas de Asia Central hace unos 30.000 años (unos hacia la Eurasia occidental, otros hacia la India, otros hacia China y el sudeste asiático y otros hacia el nordeste de Asia y, posteriormente a través de Beringia, hacia las Américas) siguieran un proceso evolutivo muy similar, aunque adaptándose a las características geográficas y a los recursos disponibles en cada territorio. 

Porque veremos cómo esta civilización Caral-Supe, datada entre 3.000 y 1.800 a.C., mostraba un nivel de desarrollo social, económico y tecnológico comparable a lo que sucedía en ese mismo tiempo en Egipto y Mesopotamia, pese a haber estado "incomunicadas" durante milenios.