viernes, 20 de enero de 2017

Mesoamérica

Localización geográfica de Mesoamérica
Históricamente, se conoce como Mesoamérica a la zona geográfica comprendida al norte entre los ríos Fuerte y Sinaloa en la Costa del Pacífico por el oeste, el río Pánuco en el Golfo de México por el este y la zona costera de la Península de Nicoya por el sur, que hoy día abarcaría los estados meridionales de México, toda Guatemala, Belize y El Salvador, así como el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Verdadero nexo de unión entre los dos subcontinentes americanos. 

Hace unos años sólo existía una hipótesis sobre el poblamiento original del continente americano: de norte a sur. Es decir que, nómadas euroasiáticos, aprovechando el "puente" terrestre establecido por la última glaciación en el estrecho de Bering, atravesaron las heladas tierras del norte de la actual Alaska y poco a poco se fueron extendiendo hacia el sur: Norteamérica, Mesoamérica, Sudamérica... hasta llegar al Cabo de Hornos, límite meridional del continente.


Pero recientes hallazgos, especialmente en Sudamérica, han puesto en duda que esa fuera la única opción. Más que nada porque la datación mediante carbono 14 de algunos restos encontrados en Chile (Monte Verde, región de Los Lagos) y Brasil (Pedra Furada, en Sao Raimundo Nonato ) les dan una antigüedad muy superior a las fechas en las que el mencionado puente sobre el estrecho de Bering estuvo operativo. Lo cual abre nuevas hipótesis: por ejemplo, que exploradores procedentes de Australia o de las islas de la Polinesia llegaran directamente al sur del continente. Y varios miles de años antes que los esforzados euroasiáticos. 

Ello explicaría, por ejemplo, que al mismo tiempo que en el valle del Supe (Perú) se desarrollaba la magnífica cultura de Catral , en toda la zona de Mesoamérica que hoy visitamos el nivel de desarrollo cultural fuera mucho más primario, y sólo se dieran los rudimentos de lo que, siglos después, serían las grandes culturas olmecas, toltecas, mayas y mexicas. 

Porque mirando la interesante Cronología general de Mesoamérica, del Atlas del México Prehispánico, de Solanes y Vela, vemos que en la columna del 2000 a.C. sólo se mencionan algunos asentamientos en la zona de Guerrero y restos de culturas líticas (Edad de Piedra) en Oaxaca. Todo lo demás estaba por venir.


Pero, aún y todo, hay cosas interesantes que comentar. Por ejemplo, ya se había producido la transición de los nómadas cazadores-recolectores a los agricultores y ganaderos. Se estima que ya desde el año 8000 a.C. se habían empezado a domesticar especies como la calabaza, el frijol, el chile y, sobre todo... el maíz. 

(Paréntesis etimológico: la palabra "frijol" procede del castellano antiguo "fresol", y éste del catalán "fesol", que lo tomó del nombre científico de la legumbre: "Phaseolus vulgaris". En cambio, alubia viene del árabe "al lubiya" - lo cual implica que también se cultivaban en esta parte del mundo antes de su "importación" masiva desde América- y haba del latín "faba". Por su parte, el "chile" que pica proviene del azteca "chilli" mientras que el nombre del país andino proviene del inca "chilli", que significaba "confín" e indicaba los territorios más al sur del Imperio). 

Comparación del teosinte con la planta de maíz actual
Pero volvamos al maíz. Recientemente, con motivo de la notoriedad del debate sobre el impacto de los cultivos transgénicos, ha vuelto a estar muy de actualidad la curiosa historia de la evolución del maíz. Porque si comparamos lo que se considera el "ancestro" del maíz, el teosinte ("Zea mexicana"), con un maíz actual ("Zea mays") se parecen, visualmente, lo que un huevo a una castaña. Y, sin embargo, ahí está la herencia genética. El maíz representó en las culturas mesoamericanas lo que el trigo y la cebada en las euroasiáticas o el arroz en las orientales. Y, hoy en día, es el cereal con mayor producción a nivel mundial. 

El xoloitzcuintli, perro sin pelo mexicano
En cuanto a animales, es importante señalar que en aquella época no había por aquellas tierras ni vacas ni ovejas ni cabras ni cerdos ni caballos, especies todas ellas que llegaron con la colonización del siglo XVI d.C. El protagonismo doméstico se lo llevaba el guajolote (pavo). También era normal la presencia de itzcuintlis (perros), que podrían haber acompañado a los nómadas euroasiáticos en su periplo americano. Una variedad muy valorada eran los xoloitzcuintlis (perros sin pelo), que protegían las aldeas de los malos espíritus y que tenían un cierto papel mágico en el acompañamiento de las almas de los difuntos a su morada eterna. También se los comían, sin mayor miramiento. Pero la mayor fuente de proteína animal provenía de los ciervos y otros venados que cazaban. 

Aunque la cerámica se había empezado a utilizar hacia el 2500 a.C., pasó mucho tiempo hasta que se divulgó el uso de los metales (cobre, bronce, plata y oro). Incluso se piensa que las técnicas para su extracción y manejo llegaron, siglos después, desde las culturas andinas del sur.

Cuando los restos arqueológicos son tan escasos, es difícil aventurar hipótesis sobre aspectos de la vida corriente en esas aldeas. Pero es lógico pensar que en esos momentos se estarían gestando características que luego florecieron en los imperios posteriores y que caracterizaron las culturas mesoamericanas, tales como la mitología común (con un papel muy especial reservado a los dioses-serpiente, sufijo "coatl" en lenguaje nahuatl), la numeración vigesimal, los sacrificios humanos con fines rituales (esto se lo podían haber ahorrado) o la importancia de la medición del tiempo que luego devino en calendarios muy originales, a la vez que precisos.
Rusos de la región de Altái

Es interesante que, con los medios actuales, allí donde no llega la arqueología, puede llegar la genética. Y estudios recientes llevados a cabo por el genetista ruso Oleg Balanovski utilizando 25.000 muestras de ADN, han corroborado el estrecho parentesco que existe entre los indígenas actuales de Mesoamérica y poblaciones de la región de Altái, situada en la Federación Rusa, muy cerca de las fronteras con Kazajistán, China y Mongolia. Se confirma, por tanto, la hipótesis del puente de Bering para explicar las poblaciones de Norte y Centroamérica. Para las del Sur, todavía hay  varias alternativas.

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Tiempo de preparar la maleta. Nos espera una de las zonas más singulares del Planeta: El valle del Indo.


Serpiente emplumada "Quetzalcoatl", una de las deidades más antiguas de Mesoamérica

2 comentarios:

  1. Este capitulo del libro gordo de Petete me ha gustado mucho. Gracias.

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  2. Siempre pensé que si todos los archipiélagos del pacífico, incluida Pascua, los habían colonizado asiáticos, con un pasito más se llegaba a Sudamérica sin necesidad del periplo por Alaska. Supongo que con todo lo que se va sabiendo del adn se podrá afinar cada vez más. En los portales de exploración de genealogía (p.ej. "Myheritage"), por el módico precio de 150 euros te buscan primos por doquier. También estaba en la idea de que el antecesor del maíz era el mijo.

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