viernes, 17 de marzo de 2017

Arkaim

El carro de guerra tirado por caballos marcó la diferencia
Tenía yo curiosidad por conocer dónde se produjo la domesticación del caballo, no tanto en su vertiente de animal de granja destinado a consumo, sino en su faceta de aliado del hombre en tantas y tantas labores, unas más domésticas y otras más épicas, a lo largo de la historia. Estaba claro que las pistas apuntaban hacia las estepas que unen Europa y Asia, por la banda imaginaria que, sobrepasando el Mar Negro, el Mar Caspio y el Mar de Aral, se extiende entre las cuencas del Volga al oeste y del Obi al este. Entre la parte oriental de Ucrania, las regiones meridionales de la Federación Rusa y el oeste de Kazajistán. Porque de aquellas zonas procedían los mejores jinetes de la historia antigua: los escitassármatas primero, los hunos después, los mongoles y cosacos finalmente (hay expertos que incluso atribuyen este origen a los hicsos, que llegaron desde un norte indefinido al delta del Nilo en el siglo XVII a.C. y que también aportaron la "tecnología" del carro de guerra tirado por caballos).


Mapa de situación de Arkaim
Gracias a la arqueología sabemos hoy que la evidencia más antigua de la domesticación del caballo se tiene hacia el año 3500 a.C. en la región de Botai, situada al norte de Kazajistán (no lejos de su actual capital, Astaná). Allí se han encontrado recipientes de cerámica que contenían restos de leche de yegua y algunas mandíbulas de caballo que muestran características propias de la domesticación. También se ha determinado que, a partir de ahí, la expansión de la domesticación del caballo se hizo muy rápidamente. En apenas 500 años ya había llegado a Grecia, Egipto y Mesopotamia. Unos siglos después, a China.



Tumba de un guerrero con su carro y caballos
No muy lejos de Botai (bueno, a unos 800 Kms., que a ritmo de caballo supondrían unos 12 días de viaje) se encuentra el destino de nuestro reportero en esta etapa del viaje por el siglo XXI a.C.: la fortaleza de Arkaim. Está ya en la Federación Rusa, en la región de Chelyábinsk, y junto con otro importante asentamiento cercano, Sintashta, y algunos otros de menor entidad, están produciendo en los últimos años interesantísimos hallazgos arqueológicos.

Por ejemplo, allí es donde se han encontrado enterramientos datados hacia el 2000 a.C. donde aparecen juntos hombres, armas, caballos y carruajes, lo que indica la más antigua (demostrada) utilización del caballo como medio de transporte y también como arma en la batalla.  


Reconstrucción artística de la fortaleza de Arkaim (siglo XXI a.C.)

El asentamiento de Arkaim fue descubierto por casualidad en 1987, cuando se estaban realizando estudios para construir una presa en el cercano río Karaganka. La fortaleza tenía 150 metros de diámetro y constaba de dos círculos concéntricos de murallas. La exterior tenía una altura de 4 a 10 metros y un foso de 2 metros. Estaba formada por bloques de arcilla y adobe, dentro de un marco de madera. La entrada al recinto se hacía por cuatro pasajes de trazado irregular, para dificultar el acceso a posibles enemigos.

Todas las viviendas de la parte exterior (40) estaban adosadas unas a otras, y su entrada daba a un pasillo circular que estaba pavimentado con bloques de madera. A su vez, la muralla interior, más antigua, protegía a otro círculo de viviendas adosadas (27) cuyas entradas daban a una especie de plaza central donde, posiblemente, ardiera un fuego perpetuo y donde se llevaba a cabo la vida social y religiosa de la comunidad. Cada vivienda tenía entre 110 y 180 m2, y albergaba a unas 20-40 personas, por lo que la población total de la fortaleza se calcula en 1.500 - 2.500 habitantes. En cada casa había un hogar, un pozo, y, en algunas, un horno metalúrgico para producir piezas de bronce.

Expansión de las lenguas indoeuropeas
Desde un punto de vista lingüístico, se considera a la "cultura Sintashta" (que es como se denomina a la zona) como el probable origen común de las lenguas indoeuropeas (en esto no todo el mundo está de acuerdo). De ahí procederían tanto las ramas indo-iranias, que se fueron expandiendo hacia el sur por Persia y el norte de la India, como las familias de lenguas propiamente europeas (eslavas, germánicas, helénicas, latinas, celtas, etc...). 

Idealización de la raza aria
(Paréntesis esotérico: consultando la documentación sobre Arkaim y las otras fortalezas cercanas, aparecen una serie de textos que sostienen ideas, cuanto menos, curiosas. Que enlazan con las ideas de finales del siglo XIX y primer tercio del siglo XX que propugnaban la existencia de un pueblo prehistórico racial y lingüisticamente homogéneo, la raza aria, del que descenderían todos los pueblos indoeuropeos. Germen de la mayoría de los movimientos nacionalistas europeos, de sabidas consecuencias.

Pues bien, a finales de los 80, con el muro de Berlín cayéndose a pedazos, parece que los "nuevos rusos" también necesitaban referentes prehistóricos en los que basar sus reivindicaciones nacionalistas y encontraron su filón al sur de los Urales. De manera que, para los ultranacionalistas, no sólo estos pueblos de las estepas fueron el origen de las futuras civilizaciones "arias" de Europa del Este, Persia y la India, sino que, en su versión extrema, eran los descendientes de los míticos habitantes del continente Hiperbórea, situado en las regiones árticas, que tenían un clima templado antes de que el eje magnético de la tierra cambiara de orientación y diera origen a una nueva glaciación. Que por eso eran muy blancos, altos, rubios y de ojos azules (no como los tostados y bajitos semitas del Creciente Fértil). Y tenían a la esvástica como signo astrológico diferencial. En fin.

Claro que algunos van todavía más allá: ese pueblo ártico no era terrestre, sino que provenía de la estrella Sirio (otros dicen que de Aldebarán) y fueron los que enseñaron al pobre e ignorante Homo Sapiens a salir de la edad de piedra. Y todos los años, coincidiendo con el solsticio de verano, celebran en el actual Arkaim fiestas, aquelarres y homenajes en su honor. ¡Cuánto daño hace el exceso de vodka!).

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Sigamos nuestro viaje. A lomos de un buen caballo de raza árabe, cuidado por los nómadas beduinos de la península Arábiga como si fuera un hijo, nos acercaremos al mayor enclave comercial del Golfo Pérsico. Muchos siglos antes de que sus pobladores supieran el valor de ese betún negro y pringoso que salía de forma espontánea de algunos pozos del desierto...

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Posdata: En la mañana del 15 de febrero de 2013, un bólido atravesó el cielo de Chelyábinsk, y otras provincias del sur de Rusia, hasta estrellarse a 80 Kms. de la localidad. Llegaron al suelo entre 4.000 y 6.000 kgs. de meteoritos, incluido un fragmento de 650 kgs. que fue recuperado posteriormente. El bólido liberó una energía de 500 kilotones, treinta veces superior a la bomba nuclear de Hiroshima, y explotó aproximadamente a 20.000 metros de altura.
No tiene nada que ver con el tema histórico que nos ha ocupado en este post, salvo la coincidencia geográfica, pero la foto me ha parecido espectacular:



1 comentario:

  1. "... propugnaban la existencia de un pueblo prehistórico racial y lingüisticamente homogéneo, la raza aria ...". Mira que a mí ésto me suena, y no precisamente de Hiperbórea o de Aldebarán sino de mucho más cerquita. Felizmente se terminó aunque lamentablemente sus consecuencias perdurarán por mucho tiempo.

    Por lo demás, es de agradecer que nos ilustres con "curiosidades" de este estilo, además de la foto, claro, que además de espectacular no deja de ser también "curiosa".

    Buen finde al reporteros y a sus lectores !!

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