viernes, 2 de diciembre de 2016

El valle del Supe

Situación del Proyecto Arqueológico Norte Chico (Perú)
Manteniendo el marco temporal (siglo XXI a.C.) damos en esta entrada un salto en el espacio, hasta América del Sur, y más concretamente a la costa del Pacífico, en la zona comprendida entre la línea ecuatorial y los 20º de latitud Sur, hoy territorio de la República del Perú. Porque allí, en el tiempo que nos ocupa, se estaba dando el esplendor de una civilización muy interesante, la conocida como Caral-Supe, combinación del nombre de la ciudad más representativa y del río en cuyo valle se llevó a cabo su desarrollo.

Resulta llamativo y fascinante que grupos de Homo Sapiens cuyo punto común en la evolución se bifurcó en las estepas de Asia Central hace unos 30.000 años (unos hacia la Eurasia occidental, otros hacia la India, otros hacia China y el sudeste asiático y otros hacia el nordeste de Asia y, posteriormente a través de Beringia, hacia las Américas) siguieran un proceso evolutivo muy similar, aunque adaptándose a las características geográficas y a los recursos disponibles en cada territorio. 

Porque veremos cómo esta civilización Caral-Supe, datada entre 3.000 y 1.800 a.C., mostraba un nivel de desarrollo social, económico y tecnológico comparable a lo que sucedía en ese mismo tiempo en Egipto y Mesopotamia, pese a haber estado "incomunicadas" durante milenios. 


La zona geográfica de Norte Chico, donde se encuentra Caral, está situada a 180 Kms. al norte de Lima, y presenta tres ríos que van a confluir en un espacio de costa de unos pocos kilómetros: el Supe, el Pativilca y el Fortaleza, lo cual seguramente habrá propiciado los asentamientos, primero, y el desarrollo posterior de estos pueblos primitivos. 

Mates secos
En términos arqueológicos se conoce a este período como "Pre-cerámico tardío". Y es así porque los "caraleños" sustituían la cerámica (que se desarrolló unos siglos después) por el mate (una especie de calabaza) con la que elaboraban todo tipo de recipientes para la conservación y el consumo de alimentos y bebidas (el mate-vasija que se usa para preparar el mate-infusión hoy en día, también está hecho, en su versión más artesanal, de esta cucurbitácea).

Una característica importante de esta civilización era lo asentado del comercio entre las poblaciones de la costa y las del interior. El puerto de Áspero era el centro de la captura de pescados y mariscos. A su vez, las tierras agrícolas en el tramo medio del río Supe eran productoras de maní, ají, mate, guayaba, frijol, maíz y... algodón (materia prima textil básica tanto para fabricar tejidos y prendas de vestir como redes para la pesca). Así pues, del intercambio comercial surgió una economía floreciente, que favoreció el desarrollo urbano y monumental.

Vista de Caral en Google Earth
Se dice que el complejo de edificios públicos (32) y monumentos que constituían la ciudad de Caral en aquel tiempo sólo tenía un equivalente en el mundo: Sumeria. Estaba dividida en dos zonas:
  • La zona alta, al norte, que tenía las construcciones públicas y residenciales más grandes de la ciudad: siete edificios monumentales (pirámides), dos plazas circulares hundidas, dos espacios de congregación colectiva (Plaza Central y Plazuela de la Huanca), unidades residenciales de los funcionarios, así como un extenso conjunto residencial para especialistas y servidores.
  • La zona baja, al sur, que tenía edificios de menores dimensiones, como el complejo arquitectónico del Anfiteatro, el edificio del Altar Circular y un conjunto residencial, también de menor extensión.

El elemento constructivo básico (con una función equivalente al ladrillo euroasiático) era la shicra, una bolsa de fibras vegetales rellena de piedras de diversos tamaños. Se ha demostrado que este tipo de "cimiento" tenía unas nada desdeñables propiedades antisísmicas, de gran importancia en una zona propensa a los temblores. 

Está claro que este despliegue arquitectónico reflejaba una estructura social muy desarrollada; hay quien concluye que quizá se puede atribuir a esta civilización la invención del "gobierno", en términos comparables a lo que se había producido en Mesopotamia.

Qiupu descubierto en Caral
También en las ruinas de Caral se ha encontrado el quipu más antiguo del Perú. Es conocido que las civilizaciones andinas (éstas y las posteriores, incluyendo a los incas) no desarrollaron un sistema de escritura basado en inscribir caracteres o símbolos en una superficie plana (tablilla, papiro ó cerámica). Los quipus, conjuntos de cuerdas de algodón de distintos colores y con nudos situados en determinados lugares, cumplieron esa función. Inicialmente para registros numéricos y contables pero, posteriormente, mediante códigos nemotécnicos, como representación lingüistica y de memoria.

Huanca para observaciones astronómicas
Por lo tanto, la aritmética y la geometría eran conocidas y aplicadas en sus distintas manifestaciones. Y también hay que suponerles conocimientos astronómicos. Viendo el monolito (huanca) que preside una de las plazas públicas del recinto, ¿quién no se acuerda de "2001, una Odisea del Espacio"? Y contemporáneo de Stonehenge (¡Qué curioso!, ¿verdad?). Y, en Medicina, parece que también habían descubierto las propiedades de muchas plantas medicinales, y en particular de la corteza del sauce para combatir los dolores de cabeza.

¿Y qué sería de una civilización andina sin música? Hasta la fecha, en las excavaciones de la zona, se han descubierto 38 cornetas hechas con huesos de guanaco y venado, 32 flautas traveseras hechas de huesos de cóndor y de pelícano y 4 flautas de pan fabricadas con carrizo e hilos de algodón.

Y, para poner la época en perspectiva, baste decir que faltaban 3.000 años para la elección de Qosco (Cuzco) como capital del imperio incaico por Manco Cápac (c. 1200 d.C.), 200 más para la construcción de Machu Picchu y otros 132 adicionales para que apareciera por allí un tal Francisco Pizarro.

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Dra. Ruth Shady Solís
Finalizo esta entrada con el reconocimiento a la Dra. Ruth Shady Solís (Callao, 1946), catedrática de la Universidad Mayor de San Marcos en Lima, quien fundó, en 1994, el Proyecto Arqueológico Caral . Con escasos medios, pero un gran tesón y amor por la arqueología, logró descubrir ante el mundo lo que hoy ya todos reconocen como "La civilización más antigua de América"

Y, utilizando las "sandalias supersónicas" (TM P. Roy), nos disponemos a atravesar el Océano Pacífico y visitar otro valle trascendental en la historia de la humanidad: el del Huáng Hé (黄 河). 





2 comentarios:

  1. Qué interesante, Ángel!! La verdad es que es de admirar la Dra. Shady Solís. Si siempre hay pocos fondos para proyectos de los llamados de ciencias, es decir, tecnológicos, físicos o de la rama médica, por citar algún campo, que es el tipo de investigación que goza de prestigio social, no digo nada de los obstáculos que habrá de vencer quien pone en marcha un proyecto arqueológico o relacionado con las humanidades. Nos hacen falta muchas Shady Solís, porque hay mucho pasado por descubrir, muchas preguntas por hacerse y otras tantas sin respuesta (aún).

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  2. La corteza del sauce, precursora de la aspirina, aparece en varios sitios antiquísimos como remedio para los dolores. Puede que distintas civilizaciones lo fueran descubriendo, cada una a su tiempo, o puede fuera un conocimiento mas antiguo, como seguramente lo fue la rueda, que viajó con cada una de las migraciones a distintos puntos de la Tierra. Desde luego, la historia del conocimiento, como otras disciplinas de la historia, es apasionante pero, ¿hasta que punto tiene sentido invertir recursos para investigarla?

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