viernes, 31 de marzo de 2017

Creta

Disco encontrado en Festo, con escritura jeroglífica cretense
"Como ya estamos próximos al final del viaje, mi editor (ese tipo serio que aparece de perfil en la foto de al lado), me ha pedido que hoy haga el reportaje en primera persona. Dice que es para darle un toque más auténtico y para "generar visitas" (que no sé qué quiere decir con eso). Pero, como es el que paga, allá vamos.

Después de visitar Dilmun y conocer el floreciente comercio entre las diferentes civilizaciones que rodean el Golfo Pérsico, me encaminé (la travesía me llevó más de tres meses) hacia el puerto de Biblos, en el Líbano. Allí embarqué en una sencilla nave de un sólo mástil y vela cuadrada que me llevaría a Creta. Y hoy, primer día de la primavera del año 2056 a.C. nos disponemos a entrar en el puerto de Heraklion (Nota del Transcriptor: Como pasa en todos los pueblos que en ese momento no habían desarrollado la escritura, o, como en el caso de Creta, que teniendo un sistema de escritura - jeroglífico - todavía no hemos sido capaces de descifrarlo, no sabemos cómo se llamaban a sí mismos estos pueblos ni cómo llamaban a las ciudades donde vivían; por eso utilizaremos los nombres griegos clásicos, posteriores a la época).



Esta última noche de navegación, aprovechando que la luna nueva nos ofrecía un maravilloso cielo estrellado, y que el viento estaba en calma, el patrón del velero me contaba algunas historias y leyendas de la antigua Creta. Que sus primeros pobladores vinieron, hace ya muchos siglos, de las regiones occidentales de Anatolia, aprovechando que, quién sabe por qué, las aguas del Egeo estaban más bajas que ahora y permitían navegar de isla en isla con naves mucho más rudimentarias. Que por eso el lenguaje que hablan los cretenses es bastante diferente al griego. Y que, por estar casi equidistante de Anatolia, del Peloponeso y de Egipto, y con más de 1000 Kms. de costa, la isla se ha ido convirtiendo en el gran centro de comercio marítimo del Mediterráneo oriental.

Y recuerda historias, quizá leyendas, de cómo el estaño tan necesario para la fabricación del bronce venía de puertos situados al extremo occidental del Mare Nostrum (todavía no se llamaba así) y aun más allá, de remotas tierras situadas al norte de aquel otro mar más bravío, al que sólo se aventuraban los marinos más experimentados.

Al alba acabamos de dejar a estribor la isla de Día, puerto de abrigo donde muchas naves descargan sus mercancías y vuelven hacia las Cícladas, a la Grecia continental, a Chipre, a Anatolia, incluso al más lejano Egipto y a Canaán con productos típicos de Creta: cerámica, tejidos, aceite, azafrán... Y entramos en el puerto de Heraklion.

Una vez pasadas las formalidades del desembarque, me dispongo a seguir el "Camino Real" que me llevará hasta el Palacio de Cnosos. El camino está pavimentado con bloques de piedra; es una agradable caminata de unos 6 Kms., aunque con una suave pendiente. En el trayecto tengo ocasión de ver qué cultivan los minoicos: trigo, cebada, garbanzos, lechugas, apio, espárragos, zanahorias,... Hay numerosos olivos y también algunas viñas, árboles del pomelo e higueras. Veo vacas, ovejas, cerdos, cabras y también colmenas de abejas, lo que me hace deducir que la miel es la base para endulzar sus platos. Seguro que en el futuro a ésto le llaman "dieta mediterránea". 



Ya diviso el palacio de Cnosos. Aunque debería de decir, más propiamente, el "complejo palacial de Cnosos". Porque no es un palacio, o lo que normalmente se entiende por tal: sede de un rey o de un príncipe o persona principal. Sólo por sus dimensiones podemos intuir que es algo más: 17.000 m2 construidos y alrededor de 1.500 habitaciones en su época de mayor esplendor (N.T.: algo que sucedería cinco siglos más tarde, después de sucesivas destrucciones y reconstrucciones). Parece que sí que hay algunas habitaciones destinadas al rey y su corte (me han dicho que a los reyes cretenses se les conoce genéricamente como "Minos", lo cual explica lo de "civilización minoica"), pero la mayor parte del espacio se dedica a departamentos gubernamentales, oficinas administrativas, talleres, lugares de oración, almacenes, etc...

Llaman la atención sus columnas "invertidas", más anchas en su parte superior que la inferior (a diferencia de las griegas, que son más anchas en la base y así dan mayor sensación de altura), de madera en lugar de piedra y pintadas de rojo.
Reconstrucción del Palacio de Cnosos

A la entrada del complejo trabo amistad con un anciano minoico (¡tendrá casi 50 años!), a quien parece que le gusta dar conversación a los forasteros. Me comenta que he tenido suerte. Que precisamente hoy, en el patio central del palacio, se celebra la fiesta de la juventud, en la que los adolescentes de 15 años, hombres y mujeres, celebran su "rito de paso" por el que son bienvenidos a la edad adulta. ¿Y en qué consiste ese rito, pregunto?. Muy fácil, me contesta el anciano con una sonrisa pícara: sólo tienen que dar una voltereta completa por encima de un uro. (N.T.: Los uros, antecesores de los toros europeos actuales, eran mucho mayores, superando el 1,80 m. en la cruz y con pezuñas del tamaño de una cabeza humana. La fiesta que describe nuestro reportero no está acreditado que ya se celebrara en la época en que transcurre su relato, pero si él dice que la vió...).

Fresco del palacio de Cnosos con el salto del toro
Nos acercamos al patio principal, donde se va congregando una gran multitud. Aprovecho para fijarme en cómo van vestidos los minoicos: ellos con una especie de taparrabos y, por encima, una faldita corta; ellas con una túnica de manga corta abierta por delante hasta el ombligo, dejando al descubierto sus encantos, y con una falda con volantes.

Androgeo, que así se llama mi anfitrión, me describe en qué consiste exactamente el "salto del toro": el joven tiene que fijar la atención del uro, avanzar rápidamente hacia él, agarrarse por los dos cuernos y, aprovechando el movimiento instintivo del animal, que sacudirá su cabeza hacia arriba, impulsarse, dar una voltereta en el aire y aterrizar con los dos pies juntos sobre el lomo del animal, para, tras un salto corto, caer en la arena detrás del toro. Existe una variante en la que el joven no agarra los cuernos, sino que, tras un fuerte impulso, sobrevuela el lomo del animal, se apoya con las manos en su parte trasera y, tras un volatín, aterriza en el suelo.

La fiesta se desarrolla no sin algunos percances, dado que algunos jóvenes, más inexpertos o con menos suerte, salen disparados de los cuernos del uro con más fuerza de la conveniente y aterrizan de cualquier forma en la arena del patio. Pero, al final, aparte de magulladuras y algún que otro hueso roto, todo son felicitaciones a los nuevos adultos y el vino corre profusamente entre todos los presentes.

Cerámica de Kamares
Aprovecho para visitar uno de los talleres de cerámica situados dentro del palacio. Están produciendo una cerámica de alta calidad, que se conoce con el nombre de Kamares, que sirve de vajilla para las élites. Sus diseños se realizan en blanco, rojo o azul sobre fondo negro, con motivos florales abstractos. También utilizan formas geométricas, imágenes de plantas y animales marinos (son frecuentes las representaciones de pulpos). Los objetos más solicitados se conocen como de "cáscara de huevo" por la extremada finura de sus paredes.

Ya se acerca el ocaso del día, y le pido a Androgeo que me lleve a la zona de oración, para conocer algo más del panteón cretense. Aquí siempre han mandado las mujeres, me dice, y la prueba la tienes en que casi todos los dioses... son diosas: la madre tierra, la de la fertilidad, la de los animales, la protectora de las ciudades, de los hogares, de las cosechas, la vigía del inframundo... Aunque también los animales, especialmente toros y serpientes, han sido considerados parte fundamental de los rituales religiosos.

¿Y el Laberinto? , pregunto inocentemente a mi querido guía. "No sé a qué te refieres, amigo. Hay quien dice que el abigarrado conjunto de habitaciones y callejuelas que conforman el recinto palacial constituyen un verdadero laberinto, en el que es fácil perderse, pero, aparte de eso... no conozco ningún otro laberinto por aquí". (N.T.: y estaba en los cierto; fue la mitología griega, bastantes siglos después, la que nos trajo toda la historia de Zeus, Europa, Minos, Pasífae, Teseo, Minotauro y el famoso Laberinto de Cnosos).

Fin del día y final de viaje. En la terraza del palacio que da al sur, observamos la puesta del sol mientras bebemos con parsimonia unas copas de vino. Un viaje que empezó en el Egipto del dios Hapy y en el que, saltando de continente en continente, hemos ido visitando las distintas civilizaciones en el final del tercer milenio a.C. Es hora de parar y hacer balance. Y Creta no es mal sitio para hacerlo".

Mujeres cretenses


7 comentarios:

  1. Muy interesante la Cultura Minoica y Creta un viaje que si te gusta el misterio y la cultura mediterránea no te debes perder.

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  2. Gracias de nuevo Ángel por tan amenos e interesantes artículos. Ha sido un viaje muy gratificante.

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  3. Me ha gustado mucho este viaje en el tiempo a la cultura cretense

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  4. Editor, reportero, traductor, bloguero, …., que polis faceticus. Por hacer un poco de polémica, el amigo Androgeo, ¿apuntaba maneras de El Juli, Morante de la Puebla o de José Tomás?, ¿encontraste por la zona jóvenes pro animalistas que se negaran a saltar por encima del uro?, ¿no ganaban su condición de “adulto” hasta que saltaran o eran sometidos a algún otro tipo de ritual al efecto?, ¿eran ofrecidos en sacrifico al dios “Uro Cretensis” (el de los trabajos de Hércules) o se respetaba su identidad anti-urina?.

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  5. Abrir este post con la imagen del disco de Festo me ha hecho leerlo con gran pasión, Ángel.

    En estas conferencias de las que siempre hablo (muy bien), sobre escrituras sin descifrar, a las que asistí hace ya un porrón de años en la Complutense, el profesor Francisco Aura, de la Universidad de Alicante, nos contó que el dichoso disco lo encontró Louis Pernier, en 1908, en las excavaciones de la zona nororiental del palacio de Festo. Bueno, el Pernier debía de estar echándose la siesta a la “sombra de los pinos”, y no fue él quien lo encontró, “se lo encontraron” los braceros que escavaban por allí para él.

    Razones diferentes parecen asegurar su consideración de pieza no cretense. Se trata de un disco de arcilla, cocido ex profeso, de unos 16 cms. de diámetro y 1,2 de grosor, impreso por ambas caras y cuyo texto, en espiral desde el borde al centro, contabiliza un total de 242 signos, incluidos en 61 cajetines. Probablemente escrito en un sistema silábico, la escasez de su texto (y la ausencia de paralelos) impide su desciframiento. A pesar de ello, ha sido, y es, objeto de una atención constante que ha tenido como resultado la proclamación (clamorosa, en ocasiones), no ya de “intentos”, sino de lecturas e interpretaciones “definitivas”. Desde luego, todas ellas en absoluto satisfactorias. A este respecto, han sido (y son) los recursos más populares entre los “descifradores”, escritos (en su opinión) en grafías y lenguas de todo tipo, los “juegos acrofónicos”; la referencia al «calendario» (en todas sus variantes: astronómico, agrario, de cómputo temporal, etc. y en relación, o no, con el azteca); la posibilidad de que se trate de un mensaje codificado; las disquisiciones astronómicas, astronáuticas, geométricas, espirituales, egipcias o “Atlántidas”; su consideración como oración, crónica o narración de aventuras, “psalterio”, juego, llamada al combate, canto de victoria, treno, mensaje de extraterrestres.

    En mi seguimiento particular de esta pieza tan controvertida, hace un par de años me topé con un artículo en El Mundo que aseguraba que lo habían descifrado. Os dejo el enlace, por si os apetece leerlo. Creo que Francisco Aura se sonreiría bastante cuando lo leyera, o quién sabe, a lo mejor Owen y Coleman, los nuevos descifradores (no creo que definitivos), le convencieron.

    Este es el enlace: http://www.elmundo.es/la-aventura-de-la-historia/2014/10/27/544e28d6e2704e791d8b4579.html

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  6. Dile a tu editor que si quiere aumentar el numero de visitas tiene que recurrir a fórmulas mas prosaicas: chismorreo, conflicto, morbo, sexo, …. Además, el otro día me enteré también de que en facebook se pueden comprar 10.000 "me gusta"s por 50 euros mas o menos. Si se limita a ciencia y cultura, y no tira de chequera, se tendrá que conformar con un reducido grupo de amigos y/o freakies como el que suscribe. ¿Y que más da? Animo, que para pasar un buen rato no hacen falta multitudes.

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  7. Una vez mas felicidades aun mas ahora que has pasado de unestilo frio y reporteril a uno mucho mas elaborado casi novelístico
    Siegue por ese camino que el tema mejora
    Espoero nos informes rápidamente como y por donde vas a seguir
    Abrazos

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