Isla de Santorini (Grecia) |
En la imagen obtenida por la NASA desde el espacio, la isla de Santorini, en el Mar Egeo, tiene una silueta curiosa. Parece un cruasán deformado, con una serie de "mordiscos" en su lado interior que son acantilados, una isla cercana (Thirasia) y una formación oscura (Nea Kameni) en el centro de la "bahía". Todo ello configura un conjunto "raro", que da pistas de que no siempre fue así.
En efecto, nuestro viajero al siglo XXI a.C. se habría encontrado con una isla casi circular, abarcando todo el perímetro sugerido en la foto, y habitada por un pueblo situado en la era del Bronce, que, en esta particular zona geográfica se conoce como civilización cicládica (por las Islas Cícladas, que son todo el racimo de islas pequeñas situadas en el Mar Egeo entre las costas continentales de las actuales Grecia y Turquía).
Fue en 1627 a.C. (más o menos; los datos de análisis de radiocarbono y las estimaciones de los arqueólogos difieren en unos 100 años) cuando se produjo lo que se conoce como "Erupción Terana" (por Thera, el primitivo nombre de la isla) o "Erupción minoica" (en referencia a la civilización coetánea de la cercana Creta). Una explosión tremenda del volcán situado en medio de la isla, que lanzó unos 60 Km3 de material al espacio (4 veces más que la famosa erupción del volcán Krakatoa, entre Java y Sumatra, en 1883) y dejó el hueco que hoy vemos.
Pero, como dice el refrán, "no hay mal que por bien no venga". Por un lado porque parece que el volcán dio un aviso (en forma de terremoto) lo que permitió una evacuación ordenada de los habitantes de la isla (a diferencia del caso posterior de Pompeya y Herculano, donde el Vesubio les pilló de improviso, en muchos casos durmiendo, y quedaron convertidos en estatuas de piedra pómez para la posteridad). Y por otro, porque gracias a esa nube de polvo volcánico y de lava, quedó enterrada durante siglos la ciudad de Akrotiri (así la llamamos porque está cerca de la actual ciudad; no sabemos cómo la llamaban sus habitantes), en la península sudoccidental de la isla.
Hasta que, en 1967, Spyridon Marinatos (1901-1974) uno de los arqueólogos griegos más importantes del siglo XX, comenzó las excavaciones que pusieron al descubierto la antigua ciudad. En un estado de conservación tan bueno que, una vez retirado el polvo y la piedra pómez, han aparecido habitaciones decoradas con frescos de pintura que parecen haber sido pintados anteayer. Y que nos dan muchos detalles sobre la fauna, flora, diseño naval, costumbres, vestimenta y mitos de la época.
Teniendo en cuenta que son 400 años los que separan el siglo XXI a.C. de la fecha de la erupción, no podemos pensar que lo que nos encontraríamos en nuestro viaje fuera una ciudad exactamente como la excavada. Pero también es cierto que los cambios entonces eran más lentos, dilatados en el tiempo. Por lo que seguro que, muchas de las cosas, ya estarían presentes. Por ejemplo, las calles estaban pavimentadas, había una red de alcantarillado, los edificios alcanzaban una altura de tres pisos, la cerámica encontrada era de una gran calidad, etc...
Precisamente hay dos manifestaciones artísticas muy interesantes, y características de este período cicládico: las estatuillas de mármol y las "sartenes" decorativas.
Las figuras de mármol (la mayoría de menos de 30 cm. de altura, pero las hay de hasta metro y medio) representan normalmente figuras femeninas desnudas, con los brazos cruzados sobre el vientre, los senos y el triángulo púbico muy marcados, pero muy estilizadas y con rasgos de tipo geométrico que sorprenden por su aspecto "modernista". El mármol se trabajaba con piedra esmeril, consiguiendo así un pulido y un acabado muy suave.
Desconocemos su función; lo normal es asociarlas a representaciones de la fertilidad que también acompañaban a los muertos en sus tumbas para facilitarles el viaje al más allá. Fueron tan apreciadas en su tiempo, incluso fuera de su territorio, que la mayoría de las esculturas se han encontrado fuera de las excavaciones y algunas en tiendas de antigüedades. Del mismo material, pero con una calidad sorprendente para su época (2300 a.C.) es el arpista encontrado en la isla de Keros.
Así como la tecnología del bronce llegó al Mar Egeo procedente de Anatolia, en un desplazamiento natural, el uso del mármol para estas manifestaciones artísticas es muy propio de las cícladas.
Los otros objetos cerámicos muy característicos de esta zona y esta época son las sartenes cicládicas. Que se han llamado así por su aspecto, porque no se sabe para qué se usaban, si como platos, bandejas, espejos, objetos religiosos o propiamente sartenes, aunque la opinión más prevalente en la actualidad es que se trataba de objetos de adorno, que daban prestigio a su propietario (algo así vimos con los llamados vasos campaniformes en la Europa occidental).
Tienen 20-28 cm. de diámetro, un borde elevado y algo parecido a un mango. La decoración es espectacular: predominan los motivos geométricos, con unas espirales incisas en torno a una estrella central, pero también hay círculos concéntricos, filas de triángulos o, incluso, siluetas de barcos.
La población de Akrotiri vivía básicamente del comercio y la navegación. En muchas casas había un telar sencillo, por lo que se piensa que la actividad más representativa de la isla era la confección textil: compraban lino y lana en las islas más al norte, las hilaban, tejían y las prendas confeccionadas eran enviadas y vendidas al sur, en Creta. Las telas se teñían de colores con caracoles púrpura y azafrán. La isla de Santorini era la única desde donde se podía llegar a Creta en un día de navegación (a remo), por lo que representaba también un punto de recepción y agrupación de mercancías de todo el Egeo con destino a su mayor isla (ahora lo llamaríamos un "hub").
Se cultivaban cebollas, lentejas, garbanzos, trigo, cebada, higos, uvas y también pistachos. Disponían de ganado vacuno, ovino y porcino, aunque la abrupta geografía de la isla no se prestaba mucho a la actividad ganadera. Pero lo que más se comía era pescado, y moluscos como mejillones y vieiras (supongo que esto se sabe porque dejan las conchas como restos). Se producía vino según el método tradicional. No se sabe cómo conseguían y almacenaban agua, porque no se ha encontrado todavía ningún tipo de cisterna.
Se dice que la erupción minoica inspiró la leyenda de la Atlántida y su desaparición, recogida por Platón en sus diálogos entre Timeo y Critias. Y también se le atribuyen al maremoto que sucedió a la explosión algunas de las "plagas de Egipto" recogidas en los textos bíblicos. ¡Quién sabe!
Lo cierto es que esta zona situada entre Europa y Asia estaba en el siglo XXI a.C. en plena "efervescencia" (sobre todo comparada con otras regiones del Planeta). Por lo que volveremos.
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Pero ahora nos preparamos para dar otro salto, hacia Austrialia (no, no sobra una "i"; así se podía haber llamado, en honor a la casa de Austria reinante cuando pasaron por allí los primeros navegantes españoles, y no Terra Australis, y posteriormente Australia, en referencia a su ubicación al sur. De hecho, en 1606, en el viaje comandado por el portugués Pedro Fernández de Quirós, bautizaron a un archipiélago como Terra Austrialia del Espíritu Santo, hoy Vuanatú. Pero no adelantemos acontecimientos...).
Pero, como dice el refrán, "no hay mal que por bien no venga". Por un lado porque parece que el volcán dio un aviso (en forma de terremoto) lo que permitió una evacuación ordenada de los habitantes de la isla (a diferencia del caso posterior de Pompeya y Herculano, donde el Vesubio les pilló de improviso, en muchos casos durmiendo, y quedaron convertidos en estatuas de piedra pómez para la posteridad). Y por otro, porque gracias a esa nube de polvo volcánico y de lava, quedó enterrada durante siglos la ciudad de Akrotiri (así la llamamos porque está cerca de la actual ciudad; no sabemos cómo la llamaban sus habitantes), en la península sudoccidental de la isla.
Frescos de los boxeadores y de los antílopes |
Hasta que, en 1967, Spyridon Marinatos (1901-1974) uno de los arqueólogos griegos más importantes del siglo XX, comenzó las excavaciones que pusieron al descubierto la antigua ciudad. En un estado de conservación tan bueno que, una vez retirado el polvo y la piedra pómez, han aparecido habitaciones decoradas con frescos de pintura que parecen haber sido pintados anteayer. Y que nos dan muchos detalles sobre la fauna, flora, diseño naval, costumbres, vestimenta y mitos de la época.
Teniendo en cuenta que son 400 años los que separan el siglo XXI a.C. de la fecha de la erupción, no podemos pensar que lo que nos encontraríamos en nuestro viaje fuera una ciudad exactamente como la excavada. Pero también es cierto que los cambios entonces eran más lentos, dilatados en el tiempo. Por lo que seguro que, muchas de las cosas, ya estarían presentes. Por ejemplo, las calles estaban pavimentadas, había una red de alcantarillado, los edificios alcanzaban una altura de tres pisos, la cerámica encontrada era de una gran calidad, etc...
Precisamente hay dos manifestaciones artísticas muy interesantes, y características de este período cicládico: las estatuillas de mármol y las "sartenes" decorativas.
Figura de mármol |
Las figuras de mármol (la mayoría de menos de 30 cm. de altura, pero las hay de hasta metro y medio) representan normalmente figuras femeninas desnudas, con los brazos cruzados sobre el vientre, los senos y el triángulo púbico muy marcados, pero muy estilizadas y con rasgos de tipo geométrico que sorprenden por su aspecto "modernista". El mármol se trabajaba con piedra esmeril, consiguiendo así un pulido y un acabado muy suave.
Desconocemos su función; lo normal es asociarlas a representaciones de la fertilidad que también acompañaban a los muertos en sus tumbas para facilitarles el viaje al más allá. Fueron tan apreciadas en su tiempo, incluso fuera de su territorio, que la mayoría de las esculturas se han encontrado fuera de las excavaciones y algunas en tiendas de antigüedades. Del mismo material, pero con una calidad sorprendente para su época (2300 a.C.) es el arpista encontrado en la isla de Keros.
Así como la tecnología del bronce llegó al Mar Egeo procedente de Anatolia, en un desplazamiento natural, el uso del mármol para estas manifestaciones artísticas es muy propio de las cícladas.
El tocador de arpa de Keros |
Los otros objetos cerámicos muy característicos de esta zona y esta época son las sartenes cicládicas. Que se han llamado así por su aspecto, porque no se sabe para qué se usaban, si como platos, bandejas, espejos, objetos religiosos o propiamente sartenes, aunque la opinión más prevalente en la actualidad es que se trataba de objetos de adorno, que daban prestigio a su propietario (algo así vimos con los llamados vasos campaniformes en la Europa occidental).
"Sarten" con espirales |
La población de Akrotiri vivía básicamente del comercio y la navegación. En muchas casas había un telar sencillo, por lo que se piensa que la actividad más representativa de la isla era la confección textil: compraban lino y lana en las islas más al norte, las hilaban, tejían y las prendas confeccionadas eran enviadas y vendidas al sur, en Creta. Las telas se teñían de colores con caracoles púrpura y azafrán. La isla de Santorini era la única desde donde se podía llegar a Creta en un día de navegación (a remo), por lo que representaba también un punto de recepción y agrupación de mercancías de todo el Egeo con destino a su mayor isla (ahora lo llamaríamos un "hub").
Se cultivaban cebollas, lentejas, garbanzos, trigo, cebada, higos, uvas y también pistachos. Disponían de ganado vacuno, ovino y porcino, aunque la abrupta geografía de la isla no se prestaba mucho a la actividad ganadera. Pero lo que más se comía era pescado, y moluscos como mejillones y vieiras (supongo que esto se sabe porque dejan las conchas como restos). Se producía vino según el método tradicional. No se sabe cómo conseguían y almacenaban agua, porque no se ha encontrado todavía ningún tipo de cisterna.
Se dice que la erupción minoica inspiró la leyenda de la Atlántida y su desaparición, recogida por Platón en sus diálogos entre Timeo y Critias. Y también se le atribuyen al maremoto que sucedió a la explosión algunas de las "plagas de Egipto" recogidas en los textos bíblicos. ¡Quién sabe!
Lo cierto es que esta zona situada entre Europa y Asia estaba en el siglo XXI a.C. en plena "efervescencia" (sobre todo comparada con otras regiones del Planeta). Por lo que volveremos.
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Pero ahora nos preparamos para dar otro salto, hacia Austrialia (no, no sobra una "i"; así se podía haber llamado, en honor a la casa de Austria reinante cuando pasaron por allí los primeros navegantes españoles, y no Terra Australis, y posteriormente Australia, en referencia a su ubicación al sur. De hecho, en 1606, en el viaje comandado por el portugués Pedro Fernández de Quirós, bautizaron a un archipiélago como Terra Austrialia del Espíritu Santo, hoy Vuanatú. Pero no adelantemos acontecimientos...).
Edificio "rescatado" en Akrotiri, muestra su alto nivel de desarrollo arquitectónico |
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ResponderEliminarMuy interesante viaje que nos acerca a la también muy interesante cultura Minoica de Creta, que seguro que tendrá un futuro espacio en este genial viaje que nos vas desgranando por el XXI a.c. Brillante como siempre Angel. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuy recomendable una semanita por allí. Además de los restos de Akrotiri, la isla es preciosa, pueblos blancos colgados sobre el acantilado, innumerables iglesias de cúpulas azules, paisajes marinos espectaculares, pescadito frito ….
ResponderEliminarQue bueno esto de Santorini, que lastima no haber tenido esta información hace unos años cuando estuve por allí unos días
ResponderEliminarEn todo caso, creo que puedo ayudar a desvelar el secreto del agua,Muy sencillo, no vevian agua solo vino y champagne, al menos fue lo que a mi me paso
Aparte de un gracioso sistema de transporte de maletas desde donde te deja el taxi hasta el hotel , en una especie de Vespino y los inigualables burros que compiten con el funicular
Un lugar de ensueño, especialmente cuando no había turistas
Un abrazo
Angel, como siempre me ha parecido muy interesante esta entrada de tu blog
ResponderEliminarun abrazo
Guillermo
Fascinante, Ángel!! Maravillosa Grecia, tanto insular como peninsular.
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